Cuéntenos su anécdota por el e-mail: madredelasalmasconsagradas@hotmail.com
¡Oh santísima Señora, excelentísima Madre de Dios y piadosísima Madre de los hombres! Después de Dios, tú eres la única esperanza de los pecadores y la mayor confianza de los justos. La Iglesia te llama vida, dulzura y esperanza nuestra, y todos los pueblos ponen en ti sus ojos, esperando de ti todas las gracias. Nosotros también, dulce abogada, acudimos a ti en estos días, instándote para que nos oigas y concedas las gracias que te pedimos. Danos, en primer lugar, un amor sincero a tu divino Hijo, observando su santa ley cristiana; alcánzanos también la salud del cuerpo y la serenidad del espíritu, la paz en la familia y la suficiencia de medios para la vida; concédenos, en fin, una santa muerte...
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Esta es la Virgen de Meritxell del Principado de Andorra, entre Francia y España. 
-Apareció en la nieve- es una imagen Medieval.
Mi sobrina, la hija de mi querido hermano Miguel, ya fallecido, se llama así.


Prof. M. Arias
San Antonio - Edo. Miranda